Los telómeros son secuencias de ADN que nos permiten entender en qué medida las células permanecen jóvenes, por lo que se consideran un reloj biológico. En particular, los telómeros son la parte final de un solo cromosoma, y tienen una tarea precisa: proteger sus extremos. Los cromosomas, de hecho, se acortan con el tiempo como resultado del envejecimiento y la oxidación.
El acortamiento es un proceso fisiológico y completamente natural. Sin embargo, su aceleración puede ser un signo, tanto del envejecimiento prematuro como de la posible aparición de una enfermedad.
Con el paso de los años, cuanto más se ralentiza el acortamiento de los telómeros, más jóvenes quedan las células y todo el organismo, lo que favorece un mejor estado de salud.