El análisis de ADN no identifica una evolución específica hacia la enfermedad. El conocimiento de una predisposición genética puede ser muy útil para implementar estrategias de comportamiento adecuadas para una prevención apropiada. El Test PerMè analiza la posible predisposición a las principales enfermedades crónicas degenerativas: obesidad, diabetes, esteatosis hepática y enfermedades autoinmunes.
Para orientar mejor el control de los posibles valores alterados en la relación con los azúcares, es importante conocer la condición genética que puede condicionarlos. Al analizar la predisposición genética para ciertas condiciones como la obesidad, la diabetes o la esteatosis hepática, no se lee una evolución específica hacia la enfermedad, sino que simplemente se ayuda a comprender si existe un aspecto estructural, genético o familiar que facilite la aparición de un problema de salud cuando no se toman las medidas necesarias. Las tres variantes genéticas (SNP) o polimorfismos genéticos estudiados en la prueba también están relacionados con el manejo de los azúcares, especificando que estos polimorfismos nunca indican el desarrollo de una enfermedad sino que señalan la relación de probabilidad (odds ratio), para algunos sujetos, de desarrollar esa enfermedad y la necesidad de una mayor atención dietética o nutricional, porque caracterizan una mayor sensibilidad personal al tipo de problema considerado. El cuadro genético que se ha analizado tiene, por lo tanto, el simple valor de una "advertencia de precaución", que puede manejarse de manera adecuada, a veces incluso con simples modificaciones de algunos hábitos alimenticios individualmente incorrectos.